Adolfo Suárez capitaneó la Transición y trajo a nuestro país la democracia, pero los que le sucedieron se han encargado de pervertir el sistema llevándonos a una especie de partitocracia bipartidista que hace aguas por todos lados.
Padecemos una crisis institucional, política y económica de extraordinarias proporciones pero ninguno de los culpables entona el ”mea culpa”. Unos, han dejado el país hecho una ruina, y los otros no colaboran, solo esperan ansiosos que llegue el día de gobernar.
Pero alguien se cree que los que van a llegar van a acometer los cambios de calado que necesita el sistema. Que nadie olvide que el saqueo del país, una de las grandes causas de nuestra situación económica, continua perpetrándose por quienes conciben la política como un medio para beneficiarse y todos sabemos que deben ser muchos más casos de los que salen a la luz.
Alguien se imagina al timorato de Rajoy cambiando la Ley Electoral, devolviéndole la independencia a la Justicia, despolitizando las Cajas de Ahorros, devolviéndole competencias, ahora de las autonomías, al Estado, como Educación, Sanidad, etc. Todo el mundo sabe que tal y como está hoy en día, el Estado Autonómico es inviable e insostenible.
Alguien se cree las palabras del lider de la oposición pidiendo ahora austeridad cuando en las autonomías que gobierna su partido también se despilfarra y se genera endeudamiento.
Grecia fue intervenida por falsear sus cuentas. Estos días nos hemos enterado que en Castilla la Mancha y posiblemente en otras autonomías eso es algo habitual. Si a eso sumamos la desobediencia de gobiernos autonómicos como Cataluña que en sus presupuestos preveen un déficit que es el doble de lo estipulado por el gobierno central, nos damos cuenta de que esto tiene difícil arreglo, conviene recordar que el PP catalán también apoya los presupuestos de CiU. Existen mecanismos para evitar estos comportamientos pero nadie se atreve a utilizarlos.
Nuestro sistema se descompone, nuestro país se empobrece, los españoles lo sufrimos. La consecuencia es que cada vez somos menos iguales y menos libres. Los culpables, los políticos que padecemos.
Alejandro Baeza serrano (Sevilla).
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